sábado, 12 de diciembre de 2015

Del ayer al hoy


















H
ace año y medio un servidor, en estas páginas, se declaraba observador, hasta esperanzado observador quizás, del fenómeno Podemos como fruto significado del estallido de indignación juvenil que fue el 15- M. Y anoche, venciendo la desesperanza del ayer al hoy, servidor se encaminó al mitin que esta organización política daba en este Torrelodones; tierra, por otra parte, poco apta para estos cultivos.
Y allí,  un señor, diplomático de carrera él, según nos dijo a los numerosos expectantes – unos quince entre militancia y antiguos esperanzados observantes  –  nos abrió los ojos a la siempre oculta sabiduría. Nos abrió los ojos a esa única realidad sociopolítica anterior a la crisis: el PSOE. Crisis que fue para él luz y conversión. (Un jodío compañero de silla, seguro que malpensado y maldiciente, murmuró algo sobre posibles cesantías). Allí era imposible ser muchos, pero algunos nos sentimos anonadados por nuestra larga permanencia en ese no ser sociopolítico exterior al PSOE, en ese error en que habíamos estado durante años. Servidor hizo memoria y se dio cuenta de que se consideraba curado de PSOE desde el año 1986, sin crisis que le abriese a la luz, a palo seco, y así no se puede.
También nos habló un pulcro y académico economista socialdemócrata, moderado, diría yo. Un educado y agradable socialista con los deberes bien hechos y aprendidos al que nada tendría que objetar, como no fuese que servidor no entendía que hacía allí ese señor, hasta que servidor se dio cuenta de quién era el que no hacía nada allí, pues el pulcro técnico era corredactor del programa económico de Podemos.
Una simpática y joven concejala de Galapagar nos contó, con gracia y desparpajo, su aventura en el 15M, su desembarco en Podemos, sus encierros y militancia hasta desembocar en la concejalía. Su relato de la lucha contra la derecha mayoritaria y caciquil, sus problemas con el procedimiento administrativo, su pequeño gran logro de paralizar el presupuesto del PP, puso frescura y autenticidad a la noche. Los señores que la flanqueaban por izquierda y derecha representaban otro asunto, todo lo digno que se quiera, pero que a mí me importa un carajo. A ella, al menos, la supongo perpleja.



        



1 comentario:

  1. Me resisto a que toda la política sea mentira o traición. Estos polito-expertos han concluido que no hay manera de acercarse al Poder sino asimilándose a él. Quizá tengan razón, pero para ese viaje no hacían falta alforjas. Ni tanta alharaca.

    Juan Blanco

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