Hoy me han puesto la
vacuna para la Covid, la Pfizer que nos ponen a los viejos. El día 17 de mayo
me toca la segunda dosis. Bueno, pues ya, ya está, ha llegado. Es lo único en
que podemos poner esperanza de un regreso a ese mundo anterior en el que vivíamos
sin dar valor a lo perdido. Mi nieto de seis años ya me había dicho por WhatsApp
que no tuviese miedo…
Esta mañana ojeaba una edición
facsimilar del Beato de Liébana de la BN que me regaló un querido
amigo. Me he quedado mirando esa paloma con la rama de olivo en el pico, un
monje la dibujó hace mil años llegando portadora de la esperanza al Arca de Noé.
Son muchos siglos utilizando ese símbolo, muchos siglos de humanos necesitados
de esperanza. No queda otra. Esperemos esperanzados.
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