Que estos
Cuadernos
de Deustamben sean cuadernos para
el regreso, hojas que puedan irse llenando,
más que con recuerdos del camino,
con algo de lo dejado al pasar, en esos lugares en los que siempre
quisimos detenernos y la urgencia de la ida no nos lo permitió. No me niego a
la añoranza, pero sí a quedar en ella; que hay mucho por ver, oler, oír, gustar
y… aprender, aún. Presiento, sin preocupación, que esto terminará siendo montón
sin más orden que el del picaflor, sin disciplina ni necesidad de ella. Que la
curiosidad se nos mantenga viva y guie nuestras piernas para hacer y deshacer el
camino, en un sosegado y atareado retorno sin prisa. Y que esta puesta en el
común – profundo - de La Red pueda ser comunicación entre caminantes amigos, y
descansadero amable para quien lo encuentre en cualquier recodo de la vereda.
Sea así.
Agradable sorpresa encontrarme con estos relatos de Deustamben. Escrito con el corazón y con el conocimiento de una esmerada escritura. Un placer disfrutando de su lectura, que llega al alma y en ella permanece.
ResponderEliminarNo dejes nunca de escribir, no te lo perdonaria
Gallur…
Eliminar¡Cuánto camino juntos! Amigo.
Se agradece la invitación la compañía en este andar sobre palabras: Enhorabuena!!! Ya volveré a menudo.
ResponderEliminarPues bienvenido sea. Trataré de procurar sombra y vino...
EliminarDeustamben