Mucho hemos disfrutado los tabernarios en Casa Antonio (foto 1), antes de su destrucción (foto2). Los últimos en explotar el local, antes de este desaguisado, fueron Paco y Stefano, y supieron hacerlo con sabiduría tabernaria. Nosotros introdujimos una tapa, el lardo di Colonnata, que Stefano aceptó traer de su tierra y nos preparaba sobre unas rebanadas de pan tostado. ¡Estupendas!
Era un importante ejemplo de
taberna madrileña. Estaba en el catálogo de protecciones del Ayto. de Madrid, lo que no
impidió este despropósito. Una menos. Qué se le va a hacer.
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