sábado, 16 de febrero de 2013

De paseo por Benavente


 


 
Casa Donci





 

 
Casa en la calle Cervantes



 
El pasado jueves pude darme un paseíto por mi querida Benavente, que hacía tiempo no visitaba.  Fue un día de febrero con sol y agradable temperatura.
Es día de mercado y camino entre los puestos de verdura en la plaza de los Bueyes. Siempre me ha estorbado un poco el ajardinamiento y urbanización moderna de esta plaza; quizás eche de menos el espacio abierto de mi infancia, lleno de animales expuestos a la trata y a la curiosidad del niño urbano. Las plazas en pendiente parecen ser un sufrimiento para los urbanistas, que suelen empeñarse en su horizontalidad por tramos, volviéndolas tartamudas y empequeñeciendo su amplitud. Pienso ahora en la madrileña plaza de la Paja, en la que tantos se han sentido en la obligación de ensayar soluciones. El simple plano inclinado, sin interrupciones, parece ofender a las mentes de los urbanistas.

La Casa de los Rodríguez va a cogerse un buen pasmo; no puede continuar sin cristales en sus miradores, da frío verla. Los munícipes que la habitan, gente sensible, no deberían quedar expuestos al peligro de los aires traicioneros; ni ofrecer esa sensación de dejadez y chapuza que dan esas estructuras sin los vidrios que produzcan el efecto invernadero para el que fueron diseñadas. 

Me llevo la alegría de la restauración de la Casa Donci. No puedo por menos de apuntar lo conveniente de retirar algunos rejuntados de mortero de cemento que se ven en las mamposterías de cuarcita; dañan la vista. Que no hubiese cables recorriendo los paramentos y desdibujando las geometrías, quizás sea demasiado pedir.

Casa en La Rúa

Casa en La Rúa

 
 
Bajo por la calle de Cervantes en busca de la casa de que hablaba en el blog el pasado día 27 de enero. Disgusto. Han demolido la cubierta y vaciado el interior. La sensibilidad con que se trata este asunto queda reflejada en esa oronda farola, fuera de escala, que le han atizado a la fachada, en sustitución del farolito que había cuando hice mi humilde dibujo. Que se le va a hacer.

Recorro la Rúa, es camino obligado. Voy mirando las fachadas de las pocas casas que quedan. Primero fueron sustituidas por abusivos mastodontes sin más pretensión que la especulación más burda, luego por pastiches cursis, y después por soluciones con las que bordear o saltarse lo legislado. El caso del Comercial – edificio importante para la pequeña historia de Benavente – ya es triste paradigma.

Quizás, mi condición de foráneo vinculado me permita u obligue a críticas más duras que las posibles en la diaria convivencia, puede. No quiero establecerme en paladín de nada; pero sí deseo, de vez en cuando, permitirme decir lo que pienso y siento sobre esta ciudad, a la que quiero.

  


Plaza de Santa María.
En el pastiche se puede llegar a despropósitos conceptuales como apoyar un arco en su clave.
 
 

 
Corrillo de San Nicolás
Sustitución realizada con inteligencia y buen gusto
 
 
 
 
 
 
 
Plaza Mayor
Lo que podría ser una obra más o menos defendible, queda anulada por la inadmisible actuación en la cubierta.
 
 
 
 
Casa en la calle Carnicerías
Esta estrecha casa se ha puesto a la venta. Es antigua y digna de respeto. Su interior puede tener elementos interesantes.
Esperemos que haya suerte...
 
 
 

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