sábado, 26 de abril de 2014

José Luis Gómez Toré











José Luis Gómez Toré camina leve entre griterío de adolescentes, mientras va prendiendo versos en las ramas que asoman al sendero.


El príncipe sostiene sin ceremonia alguna el cerebro del
héroe, que aún gotea formol. Dos hemisferios como un
mundo completo, a pesar del problema del alma y de
los números, a pesar del lenguaje desparramándose
igual que una infección por redes neuronales y esa pasta viscosa que
precede a los símbolos. Aunque nos complace ocultarlo, somos un
pueblo que ama las simetrías y las repeticiones. Y nunca se detiene
la rueda del incesto y la venganza. No importa cuál fue el primero
de los crímenes entre tantos que vinieron después. En el comienzo
siempre los fantasmas. En el nombre del padre. Y voraz la promesa.


José Luis cuelga este contundente Informe y profecía en las páginas del número 51-52 de los Cuadernos del Matemático; ese milagro que desde hace veinticinco años surge periódicamente en Getafe de la mano de Ezequías Blanco, el poeta del minúsculo Paladinos, en esa tierra roja de labriegos, curas y sabios en el valle del Reguero que baja de Pobladura, de San Adrian… de la lejana Luna.

Que la infección siga desparramándose… 





viernes, 25 de abril de 2014

25 de abril






25 de abril





Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade


viernes, 18 de abril de 2014

Abril











A
bril ha llegado con temperaturas más propias de junio y la primavera avanza, quizás, demasiado rápido. Los durillos terminan su floración y manchan de blanco el suelo, mientras los manojos de conejitos del cercis se abren entre el amarillo del jazmín de invierno. Las lilas sencillas están en su apogeo, adelantándose a las dobles que comienzan a expeler ese perfume que anega el entorno y anula a los demás. En pocos días las celindas y el tilo se han cubierto de un verde que el tiempo matizará. Por debajo, en sus enhiestas varas, se abren los lirios azules con ese desmayo ampuloso de folclórica con peineta y pendientes. Se tensa la vida, vibra, se  escucha su estallido. Es tiempo de disfrutar de tan soberbio espectáculo y tomar una momentánea, egoísta distancia del mundo.
Ante la proximidad de las elecciones europeas me voy a cavar el jardín y la huerta. La derecha nos atosiga con sus bulos connaturales y la desnortada izquierda con su desconcierto. Impasibles, unos y otros, ante el espectáculo diario de sus corruptelas. Impasibles unos ante la cotidiana constatación de la destrucción social, del sufrimiento que su política está produciendo. Incapaces los otros de generar alternativas a la brutalidad de la derecha, incapaces de abanderar y encauzar los movimientos sociales espontáneos, incapaces de unir a las gentes para defenderse de los creadores y beneficiarios de esta crisis.
Y mientras, la foto fija de las alambradas de Melilla y Ceuta estampadas con los cuerpos de jóvenes desesperados que tratan de saltar hacia la Europa que esclavizó y desquició a África.
Y mientras, el desgarro de Cataluña. Chapuza política. Oportunismo para ocultar vergüenzas. Intransigencia. Personalismos. Inadmisibles rabietas infantiles. Dolor y desengaño para muchos y mucho tiempo.
Y mientras, Ucrania como escenario – una vez más – de una posible solución bélica en Europa para la crisis, para las crisis.
Y mientras, los ahora llamados países emergentes se ríen de las condiciones que europeos y yanquis tratan de poner a su desarrollo económico, en el intento de frenar el ya más que evidente deterioro del planeta.
Y mientras,…
Yo voy a plantar ya los tomates. Esperemos que no hiele.
Y mientras escribo estas líneas me llega la noticia – temida -  de la muerte del maestro García Márquez. Otro más que muere en el exilio, lejos de la tierra que él hizo universal. Los periódicos se aprestan a lanzar sus preparadas crónicas y los tertulianos y opinadores de los medios nos sueltan sus preparadas ocurrencias.
Si, voy a plantar ya los tomates; mañana mismo, sino me duele mucho la espalda. Ahora trataré de hablar con los chicos por Skipe. Si, también a ellos les ha puesto lejos la inoperancia de nuestros mandatarios.