ías
de hospital. Frío de quirófano. Sube y baja de cama articulada acomodando el
dolor. Circundante anatomía externa que introduce fluidos o drena humores.
Somos afán de mantener la vida. Trato de poner distancia y utilizo a D. José
Manuel Caballero Bonald. Siempre me ha servido el viejo, educado, rojo,
antillano señorito gaditano de la palabra el vino y el flamenco. Ágata ojo de
gato. Es fácil enredarse en esas páginas rellenas con lo que, quizás, sean más
versos que sugieren que renglones informantes. Oficio y trabajo en este
concatenar palabras hacia la belleza. La Argónida es su canto a ese paisaje de
infancia que a todos nos define y
condiciona. Paisaje que se impone
mientras los personajes se difuminan, son mera disculpa en el apasionante juego
del calificativo y la metáfora. Y llega la liberación de tubos y el regreso al
pequeño mundo cotidiano. Gracias, D. José.
Porque conozco el frío de quirófanos y quirófanos fríos... la angustia de no saber e imaginar lo peor y estar lejos de los míos, siento envidia de Caballero Bonald, porque también me habría gustado acompañarte.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu cercanía, querida Obbara.
ResponderEliminarUn abrazo.