Mientras
escribo,
una voz
charnega
Mi
pena es más grande, vidalita, porque va por dentro
con sabor
de lejos y aroma flamenco…
y
en ella te canto, vidalita, el dolor que siento.
En estos días surgen odios
guardados de antiguo en almas viejas. Y odios nuevos, desconocidos, impensados,
afloran como de la nada en almas
jóvenes. Las calles están llenas de banderas. Demasiadas banderas. Y tras las
banderas, el odio que las levanta. Las banderas siempre se alzan contra algo o
contra alguien.
Demasiadas banderas,
vidalita.
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