miércoles, 13 de marzo de 2013

Esquiva te haces


 


 




Cuán esquiva te haces,
fruto en la rama tendida
como ofrenda,
al alcance, tan cerca, ahí mismo.
Tan lejos.
Asomas clara y escapas
dejando retazos de tu esencia.
Quizá seas
los jirones que dejas en tu huida.
Puede que seas anhelo de ti.
Pero es tan clara tu presencia a veces,
tan clara, tan vibrante tu presencia a veces,
que todo es anhelarte,
buscar señales que anuncien
tu llegada a ese mundo
con toda la claridad, la luz del alba
y el don de Claudio, tan joven,
charlando con Hierro que se autorretrata
sintiendo en sus manos temblar la alegría.
¡Tanta juventud reclamas!
la de los jóvenes y los viejos sabios.
Pan que quema,
vino que hierve,
crisol del mundo,
cada día.
 

 

Junio, 2008

 

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