Bodegas
Ricla es un antiguo despacho de vinos en la calle de Cuchilleros, en Madrid. El
mérito de la familia que lo regenta está en conservar intacto tan estupendo
local, lo que no es poco. De los graneles ya solo quedan las tinajas de
Colmenar de Oreja que los contenían. El vecindario ya no baja a la bodega a por el vino para la comida, ni hay frascas para el chateo del paisanaje refrescándose en el estaño del mostrador.
Cuando voy por Ricla me tomo un chatito de Bordejé,
por cumplir con Zaragoza y a la salud de mi amigo Luis, que de allí es.
¡Salud!
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